Carreteras que producen energía: el futuro cercano


El interés y casi la obsesión de promover el uso de energías alternativas y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, está llevando a muchos gobiernos de países, ciudades y también a empresas a experimentar con nuevas formas de generación de energía.

Vemos cada vez más vehículos eléctricos en producción y rodando por nuestras calles y eso hizo casi inevitable que se empezara a pensar en las carreteras y las autopistas para producir energía.

Como antecedente, podría decirse que una de las dificultades que presentan muchas carreteras es que son construidas en lugares donde no hay una infraestructura eléctrica disponible. Entonces eso ha significado que una carretera de 50 kilómetros que conecta una ciudad con otra, tiene 50 kilómetros de cables de energía enterrados para su iluminación. Esta realidad quiere cambiarse.

Hoy las nuevas tecnologías ofrecen un abanico de posibilidades energéticas impensadas hasta hace unos años. En 2016, por ejemplo, fue presentada en Francia la primera carretera solar. La vía que conduce a un pequeño pueblo de Normandía, Tourouvre-au-Perche, tiene un kilómetro de distancia y está compuesta por 2 800 m² de paneles solares. Estos paneles, a su vez, están cubiertos de una resina fabricada con láminas de silicio capaces de resistir el peso de más de 2 000 autos diarios y asegurar la adherencia de sus neumáticos sin sacrificar la eficiencia energética. En bueno advertir que esta vía es considerada una prueba piloto.

Pero quienes más están avanzando quizás en este tipo de tecnologías son los chinos. Ya tienen unas cuantas empresas dedicadas a la producción de estos paneles y recientemente presentaron una autopista de dos kilómetros en la ciudad de Jinan, la capital de la provincia de Shandong, que pretende también en el futuro servir para que los vehículos eléctricos que circulen por allí se recarguen mientras están usando la vía.

También hay estudios y se viene trabajando en otras maneras distintas de generar energía en las carreteras. Una de ellas, por ejemplo, es usar elementos piezoeléctricos, que simulan una membrana, para aprovechar así la presión que el vehículo hace sobre la carretera para poder generar energía y adicionalmente instalar sistemas eólicos en los separadores, para usar el viento que los vehículos generan cuando van pasando y producir energía de forma complementaria.

Igualmente ya hay otra modalidad y es la instalación de catenarias a lo largo de las carreteras. Esto se hace para que los camiones de carga, que son generalmente diésel, migren hacia la energía eléctrica. Se busca así resolver un problema y es que los camiones y tractomulas, por su tamaño y por la carga que transportan, es muy difícil cargarlos con baterías eléctricas, ya que los haría muy pesados y les quitaría espacio y peso para las carga de mercancía y productos. Sistemas de este tipo ya son probados en Europa. Suecia creó el primer modelo de autopista eléctrica con catenaria en 2016 a través de la empresa Siemens, de manera experimental, y para este año evaluará si es posible replicarlo o no en todas las carreteras del país.

Muchas de estas tecnologías ven disminuir cada día sus costos de producción y el refinamiento de los propios sistemas y piezas tecnológicas. Están igualmente superando obstáculos y barreras que hoy todavía no se han eliminado como las condiciones geográficas, la extensión de las autopistas, etc. Pero el futuro de este tipo de infraestructuras es cada vez más cercano. Incluso las carreteras podrán pensarse hacia el futuro como lugares de recarga para los vehículos eléctricos. Ya por ejemplo existen vehículos eléctricos con tecnología inalámbrica para cargarlos a través de inducción. El escenario donde los vehículos podrán irse cargando mientras ruedan es viable y no muy lejano.

Se estima que en el mundo hay 64 millones de kilómetros de carreteras y que cada 1000 kilómetros de carreteras energizadas podrían producir energía limpia para 5 millones de personas. Así que el potencial y las posibilidades de generación de energías limpias y un medio ambiente más sano, tiene la ruta despejada con esta clase de tecnología. El tiempo dirá si podrá masificarse.

Hasta pronto y gracias por su lectura.

René Albisser Villegas – CEO Sytecsa